Hoy en día, aquellos que todavía conservan patrimonio
financiero para invertir se enfrentan a un importante dilema: ¿cómo invertir los
ahorros cuando los depósitos ofrecen rentabilidades casi nulas o incluso negativas
en el caso de bonos alemanes, la inversión de màxima seguridad?
Si te encuentras entre el grupo anterior, seguro que la
Bolsa se encuentra entre las alternativas que te han recomendado para sacar
algo más de brillo a tus ahorros y probablemente te has preguntado qué riesgo asumes
al invertir en Bolsa. A continuación intentaré explicártelo:
En primer lugar hay que entender los conceptos de
riesgo y volatilidad ya expuestos en otros artículos de mi blog como No pongas todos los huevos en un mismo cesto.
Repasémoslos:
La volatilidad es una medida de la variabilidad del valor de un activo respecto a sus rentabilidades promedio que se calcula a través de su desviación estándar. Al basarse en valores históricos no permite extrapolar rentabilidades futuras pero sí tener una idea muy clara del tiempo que se debería mantener la inversión en un determinado activo para minimizar el riesgo de pérdida.
La volatilidad es una medida de la variabilidad del valor de un activo respecto a sus rentabilidades promedio que se calcula a través de su desviación estándar. Al basarse en valores históricos no permite extrapolar rentabilidades futuras pero sí tener una idea muy clara del tiempo que se debería mantener la inversión en un determinado activo para minimizar el riesgo de pérdida.
Una vez conocido que la volatilidad se puede medir para cualquier horizonte temporal (dias, semanas, meses, años, etc.), trataremos de cuantificar el riesgo real de la bolsa para diferentes períodos. Para ello nos basaremos en el índice Standard&Poor’s 500, uno de de los más representativos de la bolsa americana y por ende de todo el mundo, del que disponemos de datos desde 1872.
El siguiente gráfico nos muestra un resumen de las rentabilidades obtenidas del índice SP500 durante 140 años. Cada barra indica el porcentaje de años (eje vertical) en que se ha obtenido una determinada rentabilidad (eje horizontal). Por ejemplo, la primera barra nos muestra como aproximadamente en un 2% de los años se ha obtenido una rentabilidad inferior al -30%.
Una primera conclusión a la que se llega es que la
rentabilidad media anual histórica de este índice ha sido del +10,7%, y que en
el 72% de los años las rentabilidades anuales se han situado entre un -10% y un
+30%, lo cual equivale a una desviación típica del 20%.
Pero ¿qué ocurre en el 28% de los años restantes? Pues
que en un 13% de los años se obtiene una pérdida entre el -10% y el -30% y en
el 15% restante un beneficio de entre el 30% y el 50%.
De la misma forma, el gráfico también nos indica que en
el 29% de los años se obtiene alguna pérdida.
Después de esto tal vez me
diréis que no habéis venido a jugar a la ruleta y os daré la razón pues efectivamente
no se trata de un juego sino de definir un horizonte temporal lo
suficientemente holgado para mínimizar el riesgo de una posible pérdida.
¿Qué pasa con el
riesgo cuando nuestro horizonte temporal se va alargando?
El estudio anterior se basa en la rentabilidades anuales. Si este mismo gráfico lo hiciéramos utilizando rentabilidades en períodos más largos de un año, se llega a la conclusión de que el riesgo se mantiene alto si la inversión es de hasta 5 años pero empieza a caer hasta casi eliminarse en períodos superiores a 7 años.
Conclusión:
Si queremos invertir en bolsa y no queremos asumir ningún
riesgo de pérdida de capital nuestro horizonte temporal debe situarse en un
mínimo de 7 años, obteniendo a cambio rentabilidades cercanas a la media del
11%. Sin embargo, si queremos invertir
en bolsa en un plazo de 0 a 5 años tenemos que asumir que en algunos años podemos
incurir en alguna pérdida.
En definitiva, que la inversión en Bolsa tiene menos riesgo del que parece
si realmente se invierte con un horizonte suficientemente largo.
¿Quiere esto decir que si inviertes en una sola o pocas acciones también
funciona? Desgraciadamente NO. No hay que olvidar que la única garantía de que ésto
funcione es tener una cartera muy bien diversificada y hacer unos retoques de
vez en cuando en función de la zona geogràfica que ofrezca mejores perspectivas.
Pero siempre quedará la duda del cuándo es el mejor momento de entrar o de
salir.
Aunque tengo mi propia teoria,
ya os podéis imaginar que si ésta fuera infallible no estaría aquí para
divulgarla. Lo único que puedo asegurar es que si decides lanzarte, la suerte
está echada pero la historia te sostiene.
Bibliografia: The equity premium: Stock and Bond Returns since 1802 http://efinance.org.cn/cn/fm/The%20Equity%20Premium%20Stock%20and%20Bond%20Returns%20since%201802.pdf